Interesante las cinco lecciones de liderazgo que podemos aprender del legendario Bill Walsh y aplicarlas para nunca ser olvidadas, necesarias para cualquier grupo de lideres que desean tener exitó, no solo en un empresa, aplicable al deporte, la cultura, la escuela, etc.
¿Les suena de algo el nombre de Joe Montana? Muy
posiblemente lo recuerden como uno de los mejores quarterbacks de la
historia del fútbol americano, un deportista dotado de una magia que
Bill Walsh, alias ‘El genio’, supo reconocer. No en vano, el entrenador
nacido en Los Ángeles creo la West Coast Offense, una estrategia de
ataque que fue toda una revolución en la NFL, ganó tres títulos de la
Super Bowl con los San Francisco 49ers y dejó cinco lecciones de
liderazgo que nunca serán olvidadas.
La primera acción a implementar en un equipo de trabajo debe ser la
creación de una cultura de éxito. Hay que modelar, comunicar, enseñar,
premiar y hacer cumplir las expectativas y los estándares de como
funcionará la estrategia del grupo.
Crear, comunicar, implementar y sostener la cultura de equipo es el
catalizador clave para el éxito duradero. Walsh dijo: “La cultura
precede a los resultados positivos. Hay que comportarse como campeones
antes de ser campeones”.
Inculcar la cultura correcta casi siempre lleva su tiempo.
Inevitablemente habrá personas que se opongan a las normas. Sin embargo,
hay que afrontar la situación y eliminar a los disidentes, a pesar de
que puedan poseer un gran talento. En última instancia, se debe creer en
el proyecto, asimilando que está por encima de cualquier cosa y que
tendrá éxito a largo plazo.
Para tener éxito, primero hay que demostrar fe ciega en todo aquello
que se lleva a cabo. Todo empresario debe ser un líder para sus
trabajadores, porque ellos se fijarán en él.
Walsh escribió: “Para mí el punto de partida de todo es la ética en
el trabajo. Sin ella una persona está acabada… Sus empleados verán su
dedicación a través de su trabajo en la empresa”.
Es un compromiso continuo. El individuo que tenga una pasión
indomable impulsará su proyecto y contagiará a todos los que estén
involucrados con él.
3. Elegir y potenciar a líderes eficaces
El entrenador Walsh se dio cuenta de que no bastaba con su liderazgo y
ética de trabajo para transformar un equipo, también necesitaba líderes
en el vestuario y en el terreno de juego. Para ello se rodeó de un
grupo de líderes respetados que ayudarían a crear, reforzar y hacer
cumplir la cultura del equipo.
Es necesario invertir tiempo para desarrollar y capacitar a los
líderes de su equipo. Ellos ayudarán a desarrollar una cultura positiva
en la plantilla. Además, se debe estar dispuesto a identificar,
enfrentar y eliminar a los líderes negativos que se oponen a ella.
Walsh escribió: “En la construcción y el mantenimiento una empresa,
hay que apoyar a aquellos que exhiben gran ambición y rendimiento en
todos los niveles de producción, incluso si tratan de ir más allá de los
objetivos impuestos por el líder establecido”.
Bill Walsh fue un feroz competidor. Su competitividad es
principalmente lo que llevó a él y a su equipo a triunfar y demostrar
que la gente estaba equivocada. De hecho, esta característica fue la
catalizadora de su West Coast Offense, una estrategia de ataque que fue
toda una revolución en la NFL.
Walsh escribió: “Todos los líderes exitosos saben hacia dónde quieren
ir. Hay que buscar la manera que creemos para conseguirlo y, a
continuación, seguir adelante con absoluta determinación. Podemos fallar
de vez en cuando, pero al final la firmeza es necesaria para avanzar
hacia nuestro objetivo”.
“La fuerza de voluntad es esencial para la supervivencia y el éxito. A
menudo se traduce en un fuerte deseo de hacer todo lo mejor posible y
en una confianza interna que les sitúa en la mejor posición cuando las
cosas se ponen difíciles. Los psicólogos sugieren que existe un fuerte
vínculo entre el ego y la competitividad”, afirmaba el técnico.
Walsh siempre hizo hincapié en el enfoque de equipo. Él quería que
todos se sintiesen responsables de los éxitos y de los fracasos
logrados.
Walsh escribió: “La victoria pertenece a todos. Ganar una Super Bowl
no es el resultado de un trabajo individual, sino que es un éxito
global”.
Además, es muy fácil para ciertos miembros de una empresa culpar a
otros por el trabajo mal hecho. Por ejemplo, cuando las cosas van mal
todo el mundo trata de señalar con el dedo a otra persona en lugar de
asumir su propia responsabilidad. No hay que permitir que otras personas
culpen a un determinado individuo y que se convierta en un chivo
expiatorio que divida y destruya el equipo. No importa cuál sea su
papel, hay que animar a todos a hacer su trabajo y brindar apoyo
incondicional a todos los miembros de una empresa.
Fuente: Cinco lecciones de liderazgo de Bill Walsh:arturticulos relacionados: http://www.eleconomistaamerica.com/empresas-eAm-usa/noticias/5014357/07/13/Cinco-lecciones-de-liderazgo-que-Vito-Corleone-dejo-en-El-Padrino.html
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