domingo, 20 de octubre de 2013

Que quieres la cuenta bancaria o el gran boomerang de la vida.

 
Quienes son los sabios de la vida, lógicamente los que ya han vivido mucho, debemos aprender de ellos, de nuestras mujeres y hombres de  edad y cuidarlos porque  son las puertas de la sabiduría, son las puertas al cielo,  son los que nos cuentas sus experiencias de la vida, para que los que  vamos caminando siguiendo sus pasos, sobre todo los jóvenes  que inician con la responsabilidad de su vida, no cometan errores  y tengamos al final de nuestros días un feliz termino.
 
Quisiera compartir esta linda historia llena de sabiduría y reflexión,  que platica una mujer que trabaja en un asilo, me conmovió y recordó que, efectivamente, la felicidad es una elección personal.

Una mañana recibí en el asilo a un hombre de 92 años cuya esposa acababa de fallecer. Aunque era delgadito y caminaba encorvado por su edad, proyectaba una mezcla de dignidad y dulzura que me llamó la atención. Eran las 8 de la mañana y él estaba muy bien peinado y afeitado, aun cuando ya había perdido el sentido de la vista.
 
Tras varias horas de esperar pacientemente en el lobby del asilo, sonrió cuando le dije que su habitación ya estaba lista. Mientras caminaba con ayuda de su andadera hacia el elevador, comencé a describirle el pequeño cuarto que ocuparía –Me encanta- dijo con el entusiasmo de un niño de ocho años a quien le acaban de regalar un cachorrito.

-Pero señor, todavía no hemos llegado al cuarto, espere –le respondí-. Eso no tiene nada que ver –me dijo-. La felicidad es algo que se decide con anticipación. Que me guste o no mi habitación no depende de cómo estén acomodados los muebles, sino de cómo esté acomodada mi mente. Yo ya decidí que me va a encantar. Es una decisión que hago cada mañana al despertar. Cada día es un regalo, y mientras mis ojos se abran, me enfocaré en el nuevo día y en todos los recuerdos felices que he almacenado....

Así que estimados amigos y colegas, la vejez es como una cuenta de cheques, retiras lo que has depositado o como si lanzáramos un  gran boomerang cargado de  acciones que hacen el bien,  mucha felicidad,  alegrías, esperanza, fe, amigos sinceros, etc. para que cuando necesitemos de nuestro saldo bancario nuestra memoria  empiece  a devolvernos  todas esas acciones  que depositamos  día con día en el banco de la vida o cuando se nos regrese el gran boomerang que lanzamos se regrese con amistades sinceras, buenas acciones hacia nosotros, mucha fe y esperanza.
 
¿Y tú cuanto llevas en tú cuenta bancaria de la vida?
 
CP Ceci González
20-Oct-2013
 
 

 

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